Seguro que no has tenido la vida más fácil del mundo.
Igual tu entorno te ha transmitido Creencias Limitantes sobre tí como: «no puedes, no vales, los demás son mejores, lo que dices no tiene sentido, soñar es vagas, con los sueños no se pagan las facturas…»
Tal vez hayas vivido circunstancias duras en el pasado, de las que no te has recuperado y estás en un bajón permanente.
Seguro que te cuesta soñar y pensar que mereces la vida que deseas. Pero eso es la consecuencia de no tener una buena Autoestima.
Te mereces la vida que deseas: eso es Autoestima
Limpia el pasado, da importancia a aquello que tratas de olvidar, desempólvalo, desactiva el peso emocional de los recuerdos difíciles sobre ti. Saca todos los muebles viejos de tu casa antigua. Ahora vas a construir una nueva y lo viejo, en su mayoría, no servirá.
Y cuando te falten fuerzas y estés desanimada, solo responde a esta pregunta: ¿por qué no te mereces tener la vida que deseas?… Si encuentras una razón, me retiro.
Pero si no la encuentras… y sí piensas que mereces conseguir tus sueños, ¿quién crees que te los va a conseguir si no eres tú?
Tal vez no tienes fuerzas… así es que cúrate por dentro
Cuando un niño no quiere jugar, pensamos que está enfermo. Es normal.
Pues cuando una mujer no tiene fuerzas para ilusionarse con la vida; también está «enferma», no es una fracasada.
Así es que cúrate por dentro. Empieza escribiendo cartas sobre ti, sobre tu infancia, sobre la niña que eras… y reconoce todas las cosas que has hecho y has superado en la vida para llegar. Descubrirás que has sido una heroína la mayor parte de tu vida y no te has dado cuenta.
Habla con tu niña interior y pregúntale qué ha hecho mal para merecer la vida que tiene hoy.
Si no tienes fuerzas para conseguirlo, es que tu niña interior está herida. Dedica un tiempo a sanarla.
Sana a tu niña interior
Coge una foto tuya de la infancia (sobre 7 años) y háblale con amor todos los días durante un año.
Háblale con frases de este tipo:
He venido para quedarme contigo y darte todo el amor y la protección que no tuviste. Te quiero tanto, tanto… y eres tan importante para mi… Me siento tan orgullosa de ti, de tu corazón limpio, tu inocencia, tu generosidad, de cómo cada día haces todo lo mejor que sabes… Yo sé todo lo que te preocupa y te da miedo. Ahora ya no estás sola porque he venido para quedarme contigo… (más lo que tú quieras añadir).
Envíale amor, abrazos y besos todos los días. Hazlo interiormente cerrando tus ojos y visualizando que estás frente a ella.
También puedes crear un diario y escribirle a ella todos los días contándole lo que te ha pasado y pidiéndole su opinión para que ahora te ayude en tus decisiones.
Una vez sanada tu niña interior
Este proceso te llevará un tiempo que será diferente en cada mujer. La motivación y la energía poco a poco volverán a ti. Y las cosas ya no serán un esfuerzo. Saldrás de la tibieza en la que estabas viviendo. Y la vida tendrá colores, olores, sabores y música.
Tú también eres un heroína. No eres una fracasada. Solo tienes que sanarte para descubrirlo.
No te conformes y desarrolla tu Autoestima para empezar a vivir con plenitud.
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