Hace tiempo creía que perdonar las heridas del pasado era imposible para mí. Busqué mil y una maneras de hacerlo porque necesitaba esa paz interior.
Me moría de envidia al ver que otras personas sí perdonaban de corazón y yo no podía.
Me preguntaba: ¿Estaré mal hecha? ¿Será que el universo no ha puesto esta tecla dentro de mí?
Sin embargo ya lo he conseguido. Aunque no de la forma en que yo pensaba que era. No se trata de aceptar lo intolerable, ni decir que el tiempo lo cura todo y que ya lo he olvidado (¿olvidar?). No se trata de decir que en realidad no fue tan duro. O que otras personas lo han pasado peor…
Perdonar las heridas del pasado es un proceso con sus pasos
La sociedad nos lanza mensajes sobre lo positivo de perdonar. Pero no nos cuentan la historia entera. No nos dicen como podemos digerir el odio, resentimiento, tristeza… y transformarlos por arte de magia en amor y perdón. Se olvidan de que somos seres humanos y de que el dolor duele.
Tampoco nos dicen que el Perdón es como una fruta madura: que cae del árbol cuando está preparada, no antes.
Es vital desahogar el propio dolor sin condescendencias con el agresor/a
Veo cada día como personas disculpan a sus padres u otras personas en hechos traumáticos del pasado diciendo que no supieron hacerlo mejor.
Es cierto. No supieron hacerlo mejor. Pero este paso debe ser el último. Primero debemos sacar todo el dolor que hay dentro. Todo el sufrimiento de tu “niña interior” que no tenía la claridad intelectual para ver que sus padres (u otros) no supieron hacerlo mejor.
Si disculpamos a la otra persona antes de comprender nuestro dolor y sus consecuencias, el Perdón no será real. Se convertirá en un rencor silencioso. Una bomba que puede estallar en cualquier momento dentro de ti.
El proceso para Perdonar pasa por:
- El desahogo emocional de todo el dolor y sentimientos que hay dentro de ti.
- Ver los efectos devastadores de esa situación en tu vida.
- Descubrir como tú repites el comportamiento y te haces daño a ti y a los demás (el mismo que hizo el agresor).
- Y después tomar el mando y decidir que vas a sanarte siguiendo unos pasos determinados.
- Finalmente llega el Perdón que es solamente aceptar que esa persona y ese acto sucedieron en tu vida. Pero ahora no se activará el dolor al mirar esas partes de tu pasado.
Es un proceso que tiene unos pasos que seguir. No es inmediato. Ni puedes saltarte los pasos e irte al último pensando que eres «muy buena».
El trabajo fundamental es reconocer el odio, resentimiento, enfado, tristeza… y trabajar con ellos. Y aceptar que todo eso es normal en el ser humano. Este paso es vital para llegar a la sanación.
Perdonar es una acto de Salud contigo misma
Si te cuesta llegar al Perdón es porque «tu dolor tiene más cosas que contarte sobre ti». Todavía no es el momento. Sigue creciendo interiormente.
Y si te preguntas ¿Por qué hay que perdonar?…
Porque es milagroso y liberador para ti. Y no porque tengas que demostrar que eres una «buena persona», ni porque dicen que es de «valientes»… sino porque el premio es salir de la cárcel del resentimiento que te quema por dentro, y cuya llave sigue siendo del agresor.
En realidad, el trabajo de Perdonar es una inversión en tu propia salud. La mejor inversión.
Si quieres dar el paso de sanar tus heridas y llegar a perdonar…
Enlace relacionado: ¿Por qué nos cuesta cerrar las heridas del pasado?
Y cuando perdonas al agresor y este vuelve a traicionarte o sigue hablando mal de ti, lo mejor sería jamás volver a verlo, evitarlo….. Digo yo…
Exactamente Fernando, lo mejor es no volver a ver ni relacionarte con esa persona nunca más.
Perdonar no es permitir que siga dañándote.
Coincido contigo.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Hola Miguel Angel. Es tal cual lo dices: «Perdonar es llegar a mirar tu pasado sin que te produzca sentimientos dolorosos. Es una aceptación de lo que has vivido».
Y la guinda de todo es cuando aprovechas ese dolor del pasado para superarte en la adversidad y crecer interiormente. De esta forma todavía es más fácil aceptar ya que muchos de nuestros dones y fortalezas se descubren a través del dolor.
Muchísimas gracias por tu comentario. Te envío un abrazo fuerte.
Hola Dori!
Difícil tarea la de perdonar cuando te han hecho mucho daño, pero por la salud física y psíquica de uno lo mejor es perdonar. Como bien dices, pienso lo mismo que tú más o menos, el perdonar lleva su tiempo y hay que reconocer esos sentimientos que nos pasan por dentro como el odio, ganas de venganza…
Perdonar no quiere decir que el otro ahora lleve la razón o esté justificado el daño que nos hizo, perdonar lo entiendo como dejar de sufrir por lo que nos hicieron, que creo que más o menos es lo que vienes a decir.
Un abrazo