Cuando te abres a vivir el momento presente, cambias de vida. Sin pretenderlo, pero acabas haciéndolo.
Si vivo en el presente y voy a tomar conciencia de cada segundo que estoy viviendo, empiezo a ver si el presente que tengo me gusta o no.
Cuando decidí vivir en el presente
Hace tiempo decidí vivir en el presente e hice muchos cambios en mi vida.
Dejé de ir a hacer footing (ahora se dice running) porque me mortificaba y no disfrutaba nada. Solo pensando en otras cosas conseguía correr 10 minutos. Hacía todo lo posible por olvidarme de que estaba corriendo. ¿Para qué?.
Lo cambié por ir a andar entre árboles y al atardecer. Puedo andar dos horas a paso muy rápido y disfrutar, pero no puedo correr 10 minutos. Mi cuerpo es así. Ahora deseo que llegue ese momento cada día.
Rituales sagrados: la ducha y la comida
Hay dos momentos en el día que son sagrados: la ducha y la comida. En ellos me recoloco y vuelvo al presente.
En la ducha tomo conciencia del agua depurando el cuerpo, es el momento de pasar la esponja y tratarme con cariño ya que puede ser que no lo reciba en todo el día. Solo sentir. Fuera pensamientos. Hacer el ritual de recibimiento del nuevo día.
Y la comida… ¡Es el festival de los sentidos¡. Olores, sabores, colores, sonidos, texturas… ¿Recuerdas lo diferente que suena dentro de tí masticar arroz, de un macarrón o un calamar a la romana?. ¿Notas las distintas texturas de la comida? ¿y cómo aumenta tu salivación cuando algo te gusta mucho?. Es un placer de dioses sentarse a comer con tiempo. Me he acostumbrado tanto a ésto que si no tengo tiempo suficiente, prefiero no comer porque me sienta mal.
El tiempo libre es Libre, no obligado 
Vivir en el presente, te obliga a elegir. ¿Por qué voy a castigarme haciendo meditaciones y forzándome a dejar la cabeza en blanco si consigo lo mismo cantando a Queen o a Tina Turner?. Para mí es más divertido ¿y para tí?. Al fin y al cabo tiempo libre es tiempo L-I-B-R-E. Sin normas, solo lo que tú quieras.
¿Por qué llenamos la vida de obligaciones y trabajos forzados cuando no es necesario?
Y ahora dirás: ¿y el trabajo qué?, porque eso no es tiempo libre.
Y te diré: vive el presente en el trabajo también, y toma conciencia sobre si te gusta esa realidad o no. Tal vez no quieres seguir en ella y solo aguantas dejando allí tu cuerpo y yendo al mundo de tus pensamientos. Debido a eso continúas y no lo vas a cambiar.
Deja de evadirte en tus Pensamientos
El mundo de los pensamientos es una evasión que te llevará al pasado y al futuro. Y te impide tomar decisiones sobre tu presente.
Yo tuve que dejar mi trabajo anterior porque me estaba conduciendo a una depresión. Dejé de ir con el piloto automático y respeté lo que sentía. Y eso me hizo ver claramente que yo no quería seguir estando allí. Y tomé mi decisión. Tuve que elegir.
Empieza a vivir el presente ya
Empieza a hacerlo. Comienza con la ducha, el desayuno, las comidas… Toma conciencia de lo que percibes por los sentidos. Ponte alarmas en el móvil que te lo recuerden: ¿qué estoy sintiendo ahora?, ¿qué veo, huelo, toco, saboreo y escucho?, ¿me duele algo?, ¿me apetece estar con esta persona?…. Anótalo para que puedas tener una constancia de ello. Te asombrará ver lo que escribes si lo haces durante más de una semana.
Empieza a revisar la lista de obligaciones innecesarias que te pones en la vida y que no te satisfacen. Ve haciendo el cambio. Comienza quitando la esclavitud de tu tiempo libre. Haz con él lo que quieras, no lo que debas.
Te dejo un video de 3 minutos de la película El Guerrero Pacífico (The Peaceful Warrior), que es todo un homenaje al valor del momento presente.
Vive el presente – El Guerrero Pacífico
No dejes de verla al completo, está llena de enseñanzas sobre cómo aprender a vivir.
Está basada en una historia real. Puedes buscar a Dan Millman en Charlas TED y otros videos de Youtube. Enriquecedora.
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