Veo con frecuencia como el Miedo en la Relación de Pareja la convierte en un camino hacia la falta de libertad, de ilusión… y a la llegada de la monotonía y el aburrimiento.
Dos personas se gustan por su forma de ser, de sonreír, de relacionarse con los demás, de vestir, por el olor de su colonia, por sus gustos… y muchas de estas cosas desaparecen cuando deciden “formalizar su relación”.
El Miedo en la Relación de Pareja
Cuando el Miedo se instala en la pareja, el amor sale por la ventana.
Si tengo miedo de perderte y no quiero que salgas con tus amigos, al final te irás quedando triste y mustio y dejarás de tener ese carácter que era lo que me gustaba de ti.
Si te pido que no te vistas con ropas sexys, si no es conmigo, te veré vestida de una forma que no es la que me gustó de ti.
- ¿Cuántas cosas le has pedido a tu pareja que deje de hacer para estar juntos?,
- ¿Y cuántas has dejado de hacer tú para complacerle?, ¿cómo ha afectado eso a la chispa entre vosotros dos?
Mitos en la relación de pareja: las Normas aceptadas e invisibles
Además de lo anterior, la institución de la Pareja tiene muchas normas aceptadas socialmente.
- Deben ir juntos a todas partes,
- Comer juntos en Navidades,
- Ir juntos de vacaciones,
- Dormir en la misma cama,
- Vivir en la misma casa,
- …
Más normas en contra de la libertad de los integrantes. Y muchas de ellas se cumplen por miedo «al qué dirán» tus padres, tus amigos, tus vecinos…
REFLEXIÓN
- ¿Cuántas normas de pareja cumplís?, ¿os hacen felices?
- ¿Por qué las parejas deben vivir juntas?, ¿y si vive cada uno en su casa?, ¿por qué han de pasar juntos las Navidades y el verano?
- ¿Cómo sería tu ideal de Pareja?
……..
Construye el modelo de pareja que quieras. La norma es que no hay norma.
Si no eres más feliz en pareja que sin ella, ¿para qué estar?.
Pienso lo mismo que has escrito, Dori. La libertad debe de ir junto con el amor, pero la educación que recibimos a veces va en otra dirección diferente que entorpece la libertad y el amor sano.
Gracias por tus palabras que tanto inspiran
Nos enamoramos de personas libres, frescas, desinhibidas… y luego queremos que cambien eso porque tenemos miedo a perderlas.
Y lo que sucede es que nos desenamoramos de ellas y encima se convierten en infelices. Dos desastres.
La libertad y el amor deben ir juntos para que las experiencias sean vibrantes. Y para eso hay que trabajarse porque la idea de «pertenecer a alguien» al principio puede ser excitante, pero en muy poco se convierte en una condena.
Gracias por tu comentario Miguel.
Hola Dori:
El final que le has dado me parece genial: «Construye el modelo de pareja que quieras. La norma es que no hay norma». Creo que eso es lo mejor, que no haya normas impuestas por la sociedad, religión, etc., que todo vaya sucediendo según la pareja vaya viendo.
Cuando nos enamoramos de una persona, nos enamoramos tal como es, pero luego vienen los celos…y ya empezamos a pedir cambios en vestir, en la forma de ser, el no hagas esto, no hagas lo otros. ¡Es un grave error! ¿Queremos cambiar a la persona de la que nos hemos enamorado? Pero si precisamente nos enamoramos por como era, por su forma de vestir, oler, de SER, etc. A veces no nos damos cuenta y pedimos cambios a la persona de la cual nos enamoramos precisamente su forma de SER…
Hoy, por experiencia de la vida, sí que puedo decir que es un grave error querer cambiar las cosas de tu pareja por las cuales, precisamente, te gustó y te enamoraste de ella o él. No debemos de cambiar nada de nadie, si quieres a una persona lo mejor que podemos hacer es darle libertad para que haga lo que quiera.
Los celos son muy malos y corroen tanto a la persona que los está padeciendo como a su pareja que es victima del celoso.
Calificaría los celos como una de las peores enfermedades y de las que es difícil de salir.
A día de hoy preferiría ser un «cornudo» antes que un celoso, hacen más daño los celos seguro.