A veces solo queremos hablar y que alguien nos escuche.
Y es que una de las necesidades íntimas de muchos seres humanos es la de ser escuchados. El poder curativo de la Escucha Activa es algo ya demostrado.
Escucha Activa
Necesitamos que alguien dé sentido a nuestras palabras y que sea testigo de lo que sentimos. Porque a veces solo queremos contar lo que nos pasa… sin que nos den una solución.
La carta que viene a continuación seguro que refleja cómo te has sentido alguna vez.
“Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a darme consejos, no has hecho lo que te he pedido. Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme por qué no tendría que sentirme así, no respetas mis sentimientos. Cuando te pido que me escuches y tú sientes el deber de hacer algo para resolver mi problema, no respondes a mis necesidades. ¡Escúchame¡ Todo lo que te pido es que me escuches, no que hables, no que hagas.
Aconsejar es fácil. Pero yo no soy un incapaz. Quizás esté desanimado o en dificultad, pero no soy un inútil. Cuando tú haces por mí lo mismo que yo podría hacer y no necesito, no haces más que contribuir a mi inseguridad. Pero cuando aceptas, simplemente, que lo que siento me pertenece, aunque sea irracional, entonces no tengo que intentar hacértelo entender, sino empezar a descubrir lo que hay dentro de mí”.
(R. O’Donell “El mosaico de la miseria”)
La Escucha es un regalo sagrado que todos necesitamos alguna vez.
¿La practicas?
Deja una respuesta