Una de las relaciones más importantes que una mujer tiene en su vida es la relación con los hijos. Y muchas de ellas quieren mejorar esta relación, pero no saben como hacerlo.
La forma en que nos relacionamos con los hijos depende de nuestra personalidad. Y ésta está condicionada por nuestras heridas del pasado.
Por ello en este post te cuento los 5 tipos de madres que hay y las 5 formas de mejorar la relación con los hijos. Y así podrás entender tus comportamientos.
Puedes leer el post o ver este vídeo resumen:
Cómo mejorar la relación con tus hijos: los 5 tipos de madres
El primer paso es saber cuál es tu personalidad como madre y cómo influye en tu relación con ellos.
Hay 5 tipos de madres de acuerdo a su herida emocional dominante.
Lee con detalle los 5 tipos para ver en cual te sientes identificada. Y después te contaré qué puedes hacer para mejorar como madre en cada caso.
- La clasificación que utilizo es la de Lise Bourbeau que puedes ver en su libro «Las 5 heridas que impiden ser uno mismo».
1. Madres con herida de Rechazo: relación con sus hijos
Como mujeres son retraídas y huidizas. Tímidas y calladas. Su mayor miedo es ser rechazadas y sentirse inútiles o invisibles.
Suelen ser madres a las que les cuesta mostrar el afecto físico y la ternura. Son un poco frías. Les cuesta tomar decisiones por el miedo a equivocarse. Hablan poco y tienen enfado de fondo que les hace explotar cada cierto tiempo. Y no saben conectar con sus emociones ni manejarlas.
Tienen miedo de que sus hijos sean rechazados (su mayor miedo). Por ello son muy perfeccionistas y exigentes con ellos. Y aunque les apoyen verbalmente, hay partes que rechazan de ellos.
Por ejemplo, cuando dices: “Si yo a mi hijo le digo que le quiero… pero no acepto que suspenda matemáticas”. Le estás rechazando por no ser hábil para esta asignatura.
Si no sanan la herida de rechazo, la transmitirán especialmente a sus hijas. Más sobre la herida de Rechazo…
Consejos para mejorar:
- Toma conciencia de las veces que rechazas a tus hijos total o parcialmente. Y puedes hacerlo de forma verbal, con silencios o gestualmente. E intenta recordar cómo te sentías en la infancia cuando recibías el rechazo de tu madre.
- Haz sentir a tus hijos amados por ti tal cual son. Y muéstrate más amorosa y tierna con ellos porque lo necesitan de ti.
- Suelta el perfeccionismo y exigencia con ellos. Permite que sean ellos mismos.
- No estés enfadada todo el día porque ellos no entienden por qué estás así.
- Aprende inteligencia emocional para comprender y manejar sus emociones y las tuyas.
2. Madres con herida de Abandono
Como mujeres son dependientes emocionalmente y tienen un gran miedo a la soledad y al abandono. Suelen tener problemas con la constancia y la disciplina. Y se sienten débiles e incapaces de afrontar la vida por ellas mismas.
Son madres dependientes emocionalmente por lo que buscan la comprensión y atención a través de la queja, de hacerles sentir culpables… y utilizan la manipulación y el victimismo. Si no ponen atención en este punto los hijos pueden alejarse de ellas al crecer.
Les cuesta ejercer su autoridad: poner límites y marcar disciplina. Optan por quejarse pero no toman medidas en serio.
Pueden transmitir la herida a sus hijos si abandonan su educación y les permiten hacer lo que quieran. Esto es así porque los niños necesitan amor, seguridad y límites de parte de ella. Más sobre la herida de Abandono…
Consejos para mejorar la relación con tus hijos:
- Toma de conciencia: No abandones la educación, la disciplina, el amor y los límites a tus hijos porque debes prepararles para la vida.
- Ejerce tu autoridad: pon límites y exige el cumplimiento sin ablandarte.
- Enséñales el valor de la constancia y la disciplina y de acabar todos los proyectos y actividades que empiecen. Así se forja un carácter en ellos.
- Sé tú un ejemplo para ellos. No abandones los proyectos que empiezas. Muéstrales que con disciplina y compromiso pueden conseguir sus objetivos y ese es un buen equipaje para la vida.
- Enséñales a estar solos y a no ser dependientes emocionalmente de los demás.
3. Madres con herida de Humillación
Como mujeres tienen perfil de “salvadoras”. Les gusta ayudar a todo el mundo y sentirse valiosas al ser necesitadas. Sienten una gran vergüenza y culpa de fondo. Tienden al autocastigo con ellas mismas y a la privación. Son como “Cenicientas” en sus casas.
Estas madres lo hacen todo por sus hijos, especialmente de sexo masculino, porque es lo que han aprendido.
Se sienten culpables de todo lo que les pasa, por ello les resuelven todos sus problemas y les anulan. Los niños crecen pensando que no son capaces de resolver y que la necesitan a ella para todo.
Les siguen tratando como si fuesen niños ya de adultos. Les evitan disgustos y frustración… y al final transmiten la herida de la humillación a los hijos ya que los convierten en niños dependientes de ella para toda la vida. Eso es lo que ella busca (inconscientemente) para sentirse querida y valiosa.
Suelen esperar mucho más de las hijas que de los hijos. Más sobre la herida de Humillación…
Consejos para mejorar como madres:
- Toma de conciencia: No necesitas resolver todo a tus hijos para sentirte amada. Tu orgullo tiene que estar en crear hijos independientes y preparados para la vida.
- Permite que tus hijos se frustren y tengan decepciones. Así les estarás preparando para el futuro.
- Deja de sentirte culpable cuando están decepcionados, tristes o frustrados. Necesitan vivir esto para fortalecerse.
- Pon límites en casa y exige que todos colaboren en ella. No eres la criada de todos.
- Busca tiempo de ocio y descanso para ti misma: desconectar y recargar pilas. No llegues hasta estados de total agotamiento porque se activa la herida.
4. Madres con herida de Traición
Como mujeres tienen un gran miedo a la traición y por ello son desconfiadas y muy controladoras. Son poderosas y su necesidad de que todo sea como ellas quieren les puede llevar a la manipulación. También tienen miedo de abrirse a los demás y mostrarse vulnerables.
Como madres les cuesta confiar en sus hijos por lo que tienden a sobreprotegerles controlando todo lo que hacen.
Son madres coraje que lo hacen todo por ellos y a la vez son tan exigentes que es muy difícil cumplir sus expectativas. Los hijos pueden crecer con la idea de que nunca son suficientemente buenos para ella.
Son bastante acaparadoras y quieren conocer a todas sus amistades, parejas… les gusta formar parte de todo lo que sucede en la vida de sus hijos.
Tienen la falsa idea de que “amar es complacer”. Por ello pueden utilizar la manipulación, victimismo… para conseguir que sus hijos hagan lo que ellas quieren.
Son madres con mucho poder y consiguen las cosas que se proponen. Por eso dan una imagen de fuertes y sus hijos buscan su protección. Sin embargo, se sienten solas porque nadie se ocupa de ellas ni les ayuda. Más sobre la herida de Traición…
Consejos para mejorar la relación con tus hijos:
- Toma de conciencia. Suelta la necesidad de controlar todo con tus hijos porque los niños son imprevisibles. Y debe ser así.
- Confía en ellos y en que la vida les traerá las situaciones que necesiten para aprender y desarrollarse. Los «contratiempos» no son castigos: son experiencias de las que aprender.
- Ábrete a ellos y muéstrales tu parte sensible y amorosa para que te den cariño. Suelta la actitud de «guerrera» constante.
- Presta atención a no acaparar demasiado las vidas de tus hijos porque eso les puede alejar de ti en el futuro.
- Suelta la idea de que “amar es complacer”. Ten en cuenta que amar es aceptar al otro en sus diferencias y en su camino de vida.
5. Madres con herida de Injusticia
Como mujeres son muy exigentes, rígidas e inflexibles. Muy trabajadoras y con dificultad para el ocio y el tiempo libre. Además son frías porque se han desconectado de sus emociones y ternura.
Son madres muy exigentes con sus hijos a todos los niveles: estudios, deportes… todo es importante para ellas.
Ellas se hicieron adultas muy pronto en la infancia. Y viven la vida como una obligación llena de normas y tareas, por eso les cuesta jugar con sus hijos, pasar tiempo de ocio con ellos y diversión porque están pensando “en todo lo que tienen que hacer”.
No soportan que sus hijos “no hagan nada” y les asignan responsabilidades y tareas en todo momento: deberes en verano, campamentos, piano…. Les tratan como adultos desde pequeños.
Son duras y frías y con enfado continuo. Y les cuesta aceptar a sus hijos cuando lloran, tienen miedo, están enfadados… porque no saben manejarse con las emociones. Más sobre la herida de Injusticia…
Consejos para mejorar la relación con tus hijos:
- Toma de conciencia. Deja de transmitir a tus hijos que la vida es una obligación llena de responsabilidades.
- Deja de trabajar tanto y saca tiempo para divertirte y jugar con ellos. Para ellos eso es más valioso que una casa limpia.
- Permiteles que hagan cosas por el placer de hacerlas, aunque no tengan utilidad o no sean buenos en ellas. Eso les desarrolla como personas.
- Y por supuesto, aprende inteligencia emocional para conectar con tus emociones y enseñar a tus hijos. Es lo mejor que puedes hacer para ellos.
- Habla con ellos. Deja de hacer y siéntate para escucharles y mostrarles la ternura y afecto que tienes dentro.
Y ahora leyendo todo ésto… ¿en qué tipo de madre te ves reflejada? ¿has descubierto tu herida?
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