Vivimos en una sociedad que continuamente nos da mensajes para ser invulnerables. Para no empaparnos de lo que sentimos por miedo a ser débiles.
Algunos ejemplos: No tengas Miedo, Conoce los secretos para ser mentalmente indestructible, Sé fuerte para avanzar, la Muerte es algo normal, los 4 hábitos de los triunfadores…
Pero las mujeres auténticas son vulnerables. Porque Vulnerabilidad no es Debilidad. Es todo lo contrario.
Ser Vulnerable es ser Valiente para vivir la vida que te ha tocado. Y ser honesta para habitar tu cuerpo y sentir todo lo que nace de él, sin juicio ni comparación.
Cómo son las mujeres vulnerables
Estas mujeres no tienen miedo a decir “Te amo” en primer lugar sin saber cuál va a ser la respuesta al otro lado. No les asusta hacer el ridículo por amor, porque no hay mejor razón que esa.
Son aquellas que hacen preguntas íntimas aunque pueda haber una mala reacción. Pero su interés por el Otro es más grande.
Saben pedir disculpas sinceras cuando han dañado a alguien. Y no vuelven a repetirlo.
Tienen heridas del pasado pero no se quedan en el papel de víctima. Saben que la sanación depende de ellas.
Son aquellas que se cuidan mucho de hacer daño a los demás, porque saben como duele.
Saben que la vida es dura y difícil. Y que no siempre «han estado a la altura». Pero hacen todo lo posible por aprender de lo sucedido y crecer interiormente.
Quieren perdonar, aunque no sepan cómo. Porque saben que es el único camino a la paz interior.
Las mujeres auténticas son vulnerables
Mira este vídeo para comprender mejor lo que viene después:
Les duelen las críticas de los demás. Pero saben que quedarse ahí y no avanzar es un error.
No esperan a saber de todo para actuar. Saben que equivocarse forma parte de la vida, y que el tiempo es oro.
Se permiten estar tristes cuando han perdido algo o alguien importantes. Y acogen sus lágrimas.
También tienen miedo al fracaso y al dolor. Pero tener una vida sin sentido les asusta más, y por ello avanzan.
Reconocen sus debilidades, porque saben que no son perfectas. Y se apoyan en sus fortalezas, que son muchas.
Son aquellas que cambian de opinión cuando algo merece la pena.
Viven en ciclos, como la Naturaleza. Más hacia dentro en otoño en invierno y más hacia afuera en primavera y verano. Y respetan sus ciclos menstruales aceptando que la energía en cada momento del mes es distinta, y se adaptan a ella. Viven su feminidad cíclica como algo natural, no como una debilidad.
Son agradecidas. Nunca olvidan a aquellos que estuvieron a su lado.
Son esas personas que huelen a AUTENTICIDAD porque hay una coherencia entre lo que sienten, piensan, dicen y hacen. Y los demás quieren estar cerca de ellas, aunque no sean perfectas.
El precio de ser invulnerable
Es vivir una vida falsa. Y estar desconectada de quien eres.
Es tener que esconder una parte de ti porque no se ajusta al personaje que has creado. Y estar blindada por dentro sin sentir plenamente Tristeza ni Alegría. Ni Miedo ni Riesgo. Ni débil ni intenso.
Es tener una vida donde “no te pringas” y por lo tanto, no te transforma. Te conviertes en una observadora.
Es desprender un aroma de NO AUTENTICIDAD que afecta a la confianza de los demás en ti.
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¿Te permites ser vulnerable para vivir tu propia vida?, ¿o te da miedo?
Yo creo que hay que hacer demasiado esfuerzo para ser invulnerable, y no compensa. ¿No te parece?
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