Isaac Jaulí
, doctor en psicología y experto en Sombra, dice que nuestra naturaleza auténtica es Verdad y Libertad. Y esa verdad incluye nuestra Luz y nuestra Sombra.
La coherencia y la integridad son características de los buscadores de la Verdad. Esto supone aceptar que en cada uno de nosotros existe un amable Doctor Jekyll y un despiadado Mister Hyde.
Nuestra parte oculta acoge emociones y tendencias negativas y otras que no lo son tanto, pero que no nos permitimos mostrar por educación o creencias.
Puede ser que hayas nacido en una familia muy fría y racional donde se desprecia todo lo emocional y creativo y te esfuerces mucho en esconder tu parte sensible y artista. Esta parte se lanzará a la Sombra.
Nuestra Sombra es poderosa
La Sombra tiene mucho poder y todos la tenemos. Es una gran energía, o sale o te deprime.
Hoy quiero centrarme en la parte de tu Sombra que contiene lo que rechazas y lo que admiras.
La Sombra no solo tiene aquello que no queremos mostrar. También tiene las cualidades de las personas que admiras. ¿Por qué les admiras?
Les admiras porque potencialmente tienes esa cualidad, pero no te permites mostrarla. Busca dentro de ti y atrévete a mostrar y ejercer esas partes de ti. No deben ser tan malas si las admiras.
Lo que admiras y lo que rechazas es tu Sombra
Lo que admiras y lo que rechazas es tu Sombra 
Por otro lado lo que más te inquieta y rechazas de los demás, en un 90 %, pertenece a tu propia Sombra.
A veces nos sucede que vemos a una persona y sin que nos haya hecho nada, nos produce una reacción muy fuerte de rechazo. Pero debe darse una reacción emocional fuerte para poder aplicar esta idea.
En este caso estarás proyectando en el Otro lo que no quieres ver de ti. Y ese mismo mecanismo te salvaguarda de volverte loco.
Todos nos hemos encontrado personas que nos han producido un gran rechazo sin motivos fundados. Tal vez haya sido en el trabajo, con un vecino en el edificio, un familiar…
Isaac Jaulí propone un método para tratar esta parte de tu Sombra. Dirígete a esa persona que no soportas (y no sabes por qué) y trata de hablar con ella. Empieza con un saludo. Charla e intenta tomar un café con ella.
Conócela. Compréndela. Reconcíliate con ella. Así te habrás reconciliado con esa parte de ti y quedará integrada.
También se puede hacer sobre las personas que admiras. Ellos tienen esos aspectos que tú tienes y que están en tu Sombra guardados y escondidos.
No te esfuerces en derrotar a tu Sombra
A la Sombra no la podemos derrotar jamás. Solo podemos integrarla y así agrandarnos como personas. O bien reprimirla y saldrá por cualquier otro sitio o incluso a través de enfermedades.
El trabajo con la Sombra debe ser constante y de cada día.
La tarea es reconocer, aceptar y convivir con ella, sin identificarte. Todos tenemos miserias, incluso cosas que no te atreves ni a pensar.
“Reconozco que esto está en mí”. Ya está. Tú eliges cómo comportarte cada día.
La Sombra solo quiere ser reconocida, no necesita actuar. Si eres un buscador de la verdad, libera tu Sombra y enriquécete con ella.
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