Reflexiones en un tanatorio: “Qué sucede cuando la Vida y la Muerte bailan en la misma habitación» .
Los Rituales Funerarios son esos eventos donde despedimos a nuestro ser querido, pero también son ceremonias de Ruptura, de Catarsis… donde el Misterio de la Existencia sale a la Luz con más fuerza que nunca.
Y donde los opuestos se unen y funden, provocando confusión y lucidez al mismo tiempo:
- La Vida y la Muerte bailando en la misma habitación. No peleando ni discutiendo. Bailando armoniosamente y cediendo el paso la una a la otra.
- Los Comienzos y los Finales dándose la mano.
- Lo que más queremos olvidar entrelazándose con lo que más queremos retener. Sin saber dónde empieza uno y donde acaba el Otro.
- El Dolor y el Miedo… la Tristeza y el Amor… explotando con fuerza en nuestro pecho, dando lugar a momentos de gran visión, y también de oscuridad. Todo a la par.
- Destellos de comprensión de la INMENSIDAD DE LA VIDA frente a la pequeñez del ser humano.
- Emociones y contradicciones.
- La Belleza del Dolor por lo vivido y el Dolor por la Belleza perdida.
- El Duelo entre lo AUTÉNTICO de la Existencia, como el Amor, la PRESENCIA, Echar de menos, Compartir, Dejar huella… frente a la flacidez y AUSENCIA del mundo exterior.
Tanta intensidad nos asusta. Quizás porque nos hace sentir vivos.
Y la vida duele cuando hay PRESENCIA porque te atraviesa con su dura realidad.
Pero es que la Vida, cuando es Vida: duele.
La Vida duele cuando desgarra, y alegra cuando te agarra con esa mano amorosa de la que no te quieres separar.
Si no duele y alegra no es vida, es transitar sin rumbo por un purgatorio que no está ni frío ni caliente.
Los Tanatorios son lugares de parto
El Duelo y los Rituales Funerarios son como una explosión donde nos parimos a nosotros mismos con Dolor.
Y donde nace un nuevo Yo que debe aprender a vivir sin el que se ha ido. Y resulta que ocupaba muchos más espacios de lo que creíamos…
El que nos ha dejado pariéndose a sí mismo en la nueva vida que no es terrenal. Y nuestro propio parto.
El duelo y la batalla interior: el parto de tu nuevo Yo
Por algo lo llamamos Duelo, ya que es la gran batalla entre tu Yo del pasado y tu nuevo Yo, que no quiere nacer porque se aferra a no perder.
Además, hoy que se engrandece la debilidad, el victimismo, la ñoñería, el regodeo en el sufrimiento durante años, en lugar de invitar a la superación… es posible que esta Catarsis y Ruptura sean abortadas tras unas horas de experimentación, por no ser soportables.
Y la experiencia acabará en una interrupción provocada de esa gestación de nuestro «nuevo y adulto Yo».
Esto nos hará volver a este Yo del pasado que ahora padecerá infantilismo y absurdez crónica. Un Yo que no tiene peso específico y carece totalmente de PRESENCIA, ese elemento básico para estar vivo.
Si te niegas a dejar nacer a tu nuevo Yo…
Entonces ya no bailarán la Vida y la Muerte en la misma habitación. Será la Muerte rodeándote y tú huyendo de allí de mil maneras diferentes. Un baile sin ritmo ni armonía.
Los Tanatorios son esas salas de parto y de baile, donde sucede aquello que nunca, nunca, nunca podrás olvidar. Ni aunque quieras hacerlo.
Si no permites que este baile te haga parirte a ti mismo, dejarás que solo la Muerte baile eternamente con tu antiguo Yo. Y el miedo anulará tu crecimiento, tu presencia y tu esencia.
El Duelo enseña a vivir. No renuncies a este maestro.
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