Hay personas que renuncian a sus derechos personales porque no son capaces de explicar al Otro racionalmente lo que sienten.
Aunque no sepas explicar el POR QUÉ no quieres hacer algo: NO lo hagas. El hecho de que no tengas fluidez verbal para explicarlo no te obliga a hacerlo.
La Asertividad no trata de vencer al Otro en una batalla dialéctica. Es una actitud ante la vida de respeto hacia ti.
Sigue tu faro interno
No se trata de que “el que gana verbalmente obliga al Otro a hacer lo que él/ella quiere”.
Si no quieres hacer algo, no tienes por qué hacerlo aunque no sepas explicarlo.
Sigue tus Sentimientos. Si la otra persona intenta manipularte con palabras, no te está respetando. Cuando no tengas nada claro, sigue tu faro interno: ¿qué emoción estás sintiendo?. ¿Quieres hacerlo o no?.
Lleva la conversación a tu sentir interior y no te muevas de allí.
Técnica Asertiva: Disco Rayado
Utiliza la técnica del Disco Rayado como en este ejemplo:
“Entiendo que esperes eso de mí, sin embargo siento que no quiero hacerlo. Y no voy a hacerlo”. Y repite y repite y repite… hasta que la otra persona vea que no te vas a mover de esa posición.
En esta situación: No hables del Otro. Habla solo de ti y de lo que sientes.
No le digas al Otro que te pone nervios@, que te saca de quicio o que te manipula. Hazte cargo de lo que sientes: “Me pongo nervioso, me salgo de mis casillas o me siento manipulado”.
Solo dile que no lo vas a hacer, y solo habla de ti. Así el Otro no podrá manipularte diciendo que hieres sus sentimientos.
Le estarás mostrando al Otro que te importas y te respetas. Y has decidido escucharte y hacerte caso.
¿Por qué tienes que hacer algo que te exige alguien que no te respeta?
Respétate a ti: no lo hagas. Porque si lo haces, llegarás a casa de muy mal humor. Estarás enfadado porque has dado más de lo que querías dar.
No te preocupes de justificar tu decisión, o de explicarla tan claro que no se pueda rechistar. La Asertividad es el respeto y valoración de ti mismo. Ni más ni menos que eso.
Si el otro es mejor conversador que tú y te manipula verbalmente para indicar que no acepta tu comportamiento… No importa. No tienes por qué hacerlo, aunque todavía no sepas explicarlo.
Tus Derechos Asertivos son tuyos ahora y siempre.
Respétalos, aunque no tengas fluidez verbal para defenderlos. Ya la desarrollarás.
Enlace relacionado: El duro camino de la Asertividad
Puedes ejercer tus Derechos Asertivos aunque no sepas explicarlo todavía.