El Enfado es una más de nuestras emociones humanas, sin embargo es considerada una emoción políticamente incorrecta e incómoda.
A lo largo del día nos suceden muchas situaciones en las que se han superado nuestros límites, nos han hablado en un tono que no nos ha gustado, hemos recibido un empujón, se nos ha escapado el autobus en el momento en que llegábamos a la parada ó nos piden un informe justo cuando salíamos por la puerta para ir al gimnasio, etc
Todo ésto va produciendo una acumulación de energía procedente de estos pequeños enfados. Y si no lo ventilamos adecuadamente, acabamos el día irritadas.
Esta irritación, como es energética, acaba yendo contra alguien que no nos ha hecho nada, o contra nosotras mismas. Podemos somatizar con úlceras, malas digestiones y problemas de hígado. Y el hecho de ir en contra de nuestros valores (injusticia de dañar a otro o a mí) aumenta el enfado.
Observa cómo reaccionas ante el Enfado
He observado atendiendo a clientas y conmigo misma, que la Comunicación de puertas abiertas con el Enfado es la mejor de las herramientas para no acumular irritabilidad y resentimiento.
Y algo fundamental dentro de la Comunicación contra el Enfado: es preguntar. Ésto corta de raíz la cadena de pensamientos perversos que van aumentando el Enfado.
Si te sientes molesto por algo que hace otra persona, pregúntale por qué lo hace. Quizás te de una justificación que disuelva automaticamente el enfado. O quizás no te convenza y tengas la oportunidad dorada para expresarle tu molestia ante su comportamiento.
La simple expresión del enfado alivia y supone una descarga energética
Hay frases y refranes que han hecho mella en nuestra sociedad y que no favorecen la transpiración del Enfado. Algunas de ellas: «no contesto porque no me voy a poner a su altura», «no digo nada porque tengo mucha educación», «una mujer que se enfada no es femenina»…
En definitiva, nos callamos, no expresamos, y la bomba del enfado se queda con nosotros, porque estas frases no alivian el estado interior.
Hay estudios de Bioenergética (por ej. del Dr. Jorge Ivan Carvajal) que demuestran que los daños en el hígado y páncreas están aumentando en la sociedad a causa de la acumulación de energía de Enfado no gestionado. Estamos asociando el ser «educados y civilizados» con callarnos y ésto nos perjudica.
7 pasos para la gestión del Enfado de forma ecológica
Quiero acabar dando las herramientas que en mi experiencia son más útiles para ventilar el enfado y evitar acumulación:
- Asertividad: respeto, escucho y gestiono mi enfado.
- Comunicación: lo expreso, ventilo e incluso negocio con el otro.
- El humor para expresar ciertos enfados cotidianos. Utilizar expresiones del tipo «¡pero qué mandona que eres¡» me sirven para remarcar lo que siento sin acritud.
- Y los Valores. La gestión de las emociones al servicio de los valores. Si mi enfado es con la persona A, ¿por qué lo pago con B o conmigo mismo? ¿Es eso justo?
- Revisión contínua de mi libro de normas o expectativas sobre los demás. Si mis exigencias son muy altas, es muy probable que me enfade y decepcione con los otros. Si mis exigencias son mas bajas, quizás el enfado se active menos e incluso yo no me sienta en la obligación de dar tanto.
- Cuando el Enfado no se puede gestionar con quien corresponde: deporte, cantar, gritar, boxear, relajación, respiración, etc. y activar el cuidador que llevamos dentro que nos dice que «no podemos dejar nuestro estado interior en manos de cualquiera».
- Y creatividad: pinta el enfado, escúlpelo, bailalo, escríbelo, rómpelo, cántalo… o grítalo, pero no dejes que te explote en el pecho. Deja que te lleve más allá de ti.
La Energía del Enfado es como un motor
Personalmente el Enfado me ha servido para conocerme más y saber quién soy. Para mí es una emoción excepcional. He utilizado la rabia contra la injusticia para ir hacia adelante con un motor imparable.
Me he reafirmado con ella y he marcado mi territorio y eso me ha obligado a conocerlo mejor. Mis límites me han dado información sobre la forma en que he vivido el pasado… También sobre las cosas que me enfadan. Y me hablan de mis valores, de mi sentido de la justicia y me movilizan para tomar cartas en el asunto.
Incluso me ha obligado a mejorar mi lenguaje para comunicarlo y he descubierto habilidades sociales. ¿Qué más se le puede pedir a una emoción tan desprestigiada?
Desaprovechar la energía y la información sobre ti que trae el Enfado es una gran pérdida.
Utiliza la energía del Enfado como un motor para cambiar aquellas cosas que no te gustan. Hacerlo de esta forma ecológica es la mejor manera de gestionar tus Emociones y subir tu Autoestima.
Enlace relacionado: Las Emociones SIEMPRE dicen la Verdad sobre ti y
Deja una respuesta