No hay compromiso más grande en la vida que el que adquiere un Padre o una Madre al tener un hijo.
No hay razón más importante para el crecimiento personal que esta misma. Ya que todo lo que hacen los padres, TODO, educa o des-educa.
Por ello, debemos tener mucho cuidado con las costumbres familiares.
Cualquier actitud que se repita habitualmente en el hogar, o en la relación entre los padres, será tomada como algo normal por los hijos. Por lo que ellos lo repetirán cuando sean adultos.
Revisa tus costumbres familiares
- ¿Qué tal te comunicas con tus hijos?, ¿intentas saber cómo son, o quieres que sean como tú esperas?
- ¿Les escuchas o solo les dices lo que tienen que hacer?, ¿les ridiculizas cuando tienen problemas o te ríes de ellos?
- ¿Te interesas en saber lo que piensan y lo que sienten?, o ¿les dices eso de “si ya se lo que me vas a decir”?
- ¿Tienes facilidad para expresar lo que sientes?. ¿Qué tal gestionas el Enfado, el Miedo y la Tristeza en casa?
- ¿Transformas el Miedo o la Tristeza en Enfado?
- ¿Cómo es el ambiente en casa: es distendido o es tenso y de culpabilidad?
- ¿Cómo resuelves los conflictos que tienes en tu vida diaria con otras personas?, ¿huyes de ellos?, ¿los afrontas agresivamente o los gestionas con respeto?
- ¿Cómo es la calidad de tus relaciones personales: amistosas, familiares, de pareja, en el trabajo…?
- ¿Hacéis equipo de Padre y Madre en la educación de los hijos? o de lo contrario ¿os boicoteáis continuamente y os quitáis la razón delante de ellos?
- ¿La relación entre Padre y Madre es respetuosa y de igualdad?, ¿cómo os habláis habitualmente?
¿Cuales han sido tus patrones familiares heredados?
Si al responder estas preguntas tomas conciencia de que hay cosas que no están yendo bien: no te hagas cruces. Ten en cuenta que los patrones educativos y de comportamiento pasan de padres a hijos.
Y tú: Padre/Madre también has tenido unos padres que te han transmitido esa forma de comportarte. Tienes una herencia con la que ahora debes trabajar para evitar que la cadena de sufrimiento se transmita generacionalmente.
Estamos a tiempo de romper estos patrones que hemos heredado de generaciones anteriores donde la miseria moral y la falta de cariño y humanidad era lo normal. No podemos culparles, son los descendientes de la pobreza y una guerra civil y posguerra hostil e inhumana.
Este es el trabajo y proyecto más importante que vas a hacer en tu vida.
Revisa todo lo que transmites en casa. Tal y como trates ahora a tus hijos, ellos te van a tratar a ti cuando sean adultos.
Propuestas para mejorar
- Empieza revisando cada uno de los puntos y viendo cómo puedes empezar a afrontarlos.
- Sería conveniente que tuvieseis una reunión Padre y Madre donde hagáis un ejercicio de honestidad y generosidad. Y donde reviséis qué comportamientos o conductas vuestras no son un buen ejemplo para vuestros hijos.
- Para que estas reuniones den su fruto, debéis tomar como base de la negociación lo que os une: EL AMOR POR VUESTROS HIJOS, y no lo que os separa.
- Repetid las reuniones una vez a la semana, etc. a puerta cerrada y sin hijos.
- El primer problema lo vais a encontrar a la hora de poneros de acuerdo, pero nunca tires la toalla en la educación de tus hijos.
Te dejo a continuación un video en el que te lanzo 4 ideas fundamentales para animarte y apoyarte en tu tarea de ser Padre/Madre:
Enlace relacionado para conseguir acuerdos en familia: Territorio Comanche – Educar hijos Y si quieres impartir Formación Emocional en tu centro educativo (o de tus hijos), consulta el Programa de Coaching Educativo Integral que he creado para Educadores, Padres y Alumnos.
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